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miércoles, 29 de diciembre de 2010

Bolivia: Transnacionales petroleras tienen incentivos con el gasolinazo, el pueblo, nada

Evo Morales ha ratificado su paquetazo contra el pueblo, las organizaciones sociales han pedido su cabeza y lo han llamado traidor


Bolivia, 30 de diciembre de 2010 (CEP).- Evo Morales admitió que el Decreto 748 (gasolinazo), que sube en cerca del 90% el precio de diesel y gasolina, se pensó como un incentivo para las empresas petroleras a fin de que éstas inviertan y garanticen sus utilidades dentro del país. A cambio mencionó medidas ambiguas para paliar la crisis de sectores campesinos pequeños, medianos y grandes, y nada para los sectores populares empobrecidos.

“Si queremos que haya nueva inversión para petróleo, por tanto (para la) gasolina y diesel, obligado (tenemos que lograr que) ese inversionista tenga utilidades”, dijo Morales por televisión el 29 de diciembre, después de enfatizar que los prestadores de servicio y los operadores privados necesitan incentivos para actuar.

Con lo que la nacionalización, medida meramente discursiva lanzada en 2006, quedó completamente abandonada y en el recordatorio de la demagogia. 

¿Qué tiene pensado Evo para que los sectores populares puedan paliar el embate de la subida de combustibles, que ya ha repercutido en el incremento del precio del pan, la harina, el azúcar, el aceite, el transporte y otros productos básicos? NADA. La sorpresa es que Morales y su gobierno no han previsto nada para que los sectores populares puedan soportar el impacto del reciente golpe económico.

Veamos las medidas del gobierno:

Evo anunció que subirá en un 20% los sueldos de policías, militares, salubristas y maestros (en ese orden), a la vez subirá el salario mínimo nacional (de 665 bolivianos, o 95 dólares) en 20%, y para compensar el no incremento a los empleados públicos se les dará un doble aguinaldo a fines de 2011. Mientras los precios de los productos de primera necesidad suben en hasta 100% (el pan de 40 a 70 centavos, el pasaje de 1,50 a 3 bolivianos), el gobierno promete 20% a los maestros que insisten en que ese porcentaje ni siquiera repone la pérdida del poder adquisitivo de sus ingresos; entonces no se trata de un aumento salarial. Además eso significa que los cerca de 4.000 obreros mineros de Huanuni, dependientes del Estado, recibirán cero incremento en sus salarios, lo mismo sucederá con los obreros de la Empresa del Agua (EPSAS) y de la minera Jindal de hierro. Tal vez haya que recordar que este 2010 exactamente 27 dependencias del gobierno no pagaron aguinaldos a tiempo a sus trabajadores.

Evo anunció que el Estado comprará a los soyeros (pequeños, medianos y grandes) su producción a precio internacional, y con 10% más del precio de mercado a los productores de arroz, maíz y trigo. Lo interesante es que la producción de soya está casi en su totalidad en manos de agroindustriales, poseedores de miles de hectáreas de tierras, o sea a la vez terratenientes, quienes serán los principales beneficiados con esta medida. El otro subsidio estaba planeado para garantizar internamente la seguridad alimentaria.

Evo anunció que se entregará 300 mil dólares por municipio del área rural para proyectos de riego. Como siempre se obliga a los campesinos a presentar proyectos (que se pierden en trámites burocráticos y destinan gran parte del dinero al pago de burócratas) hasta marzo-abril, para que sean ejecutados hasta junio-julio.

Evo anunció que empezará a pensar en el seguro agrícola antes de enviarlo al congreso y que para el 2012 habrá nueva introducción de tractores en el campo. Es decir nada en concreto ni inmediato. Los propios técnicos del Ministerio de Desarrollo Rural han descartado el seguro agrícola para campesinos pobres porque éstos carecen de títulos de propiedad de sus tierras y menos tienen dinero para pagar primas, así sean las más bajas. En el mejor de los casos, dicen los técnicos, el seguro agrícola puede ser para campesinos medios. La tractorización es otro cuento del gobierno, pues entre 2006 y 2007 este proceso derivó en corrupción de dirigentes masistas, ventas de tractores donados a particulares e inutilización de máquinas por distintos motivos. El resultado es que a cuatro años de la maquinización del campo, la producción ha disminuido en lugar de incrementarse porque los campesinos sobreviven en minifundios, tienen tierras  cansadas y erosionadas y no tienen incentivos (técnicos y/o económicos) para producir.

Evo prometió que dará créditos a los propietarios de vehículos para que cambien sus motores a gasolina a motores a gas, y a la vez 20 millones de dólares para créditos a los comerciantes. En este caso es necesario recordar al Banco de Desarrollo Productivo y su plan de créditos para microempresarios, cuyas acciones derivaron en préstamos de dinero a comerciantes y propietarios de vehículos. ¿Cuál es el impacto de este programa?, no se sabe porque murió sin pena ni gloria. Además el cambio de motores de los vehículos se detuvo por falta de dinero del gobierno para continuar con el proceso de apoyo a los propietarios.

Evo prometió que desde el 15 de enero comenzará a planear un proceso de creación de empleos, especialmente en las ciudades de El Alto y Santa Cruz (específicamente en el barrio Plan 3000). Cómo, en qué rubros, para cuántas personas. Nada es cierto, lo único cierto es que crear estos empleos, según Evo, “será otra batalla”.

Para finalizar, Evo Morales se victimizó adelantando que los opositores minimizaron su capacidad llamándolo “pobre indiecito” y cosas por el estilo. Ergo quienes pidan la eliminación del decretazo del gasolinazo son unos neoliberales.

Los mineros, los desempleados, los trabajadores por cuenta propia, los maestros, los obreros de fábricas y hasta la pequeña burguesía (en sus capas media y baja) no se conforman ni se han convencido de los argumentos y promesas de Evo Morales. Para mañana jueves están programadas protestas y la retoma de la lucha económica en las calles. Allí estaremos.

Centro de Estudios Populares

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